El mundo de la realidad es tan absurdo como el de Alicia, soy el gato y siempre sonrío, los personajes míticos como tu me dan animo para seguir recorriendo el paréntesis absurdo de la existencia, el gato desaparece pero la sonrisa no, solo recorro los escaques como los del ajedrez del País del espejo para llegar a coronarme ojalá algún día, puedo parecer un simple peón, es verdad, y a veces siento que desaparezco, pero mi espíritu sigue vivo, mientras esté la sonrisa de dientes afilados. Pensando en la lógica pura del non-sense aunque solo los personajes de este libro me entiendan. Al pasar por el jardín de las flores parlantes perseguido por el Jabberwock encuentro no a Hompty Dompty, si no al grifo que me da ánimos. Gracias. Si, es verdad, como me puede gustar Alice y el mundo de Carroll sin ser feliz, igual que the Beatles como me dijiste un día, pero es que soy así. Te extraño amigo filósofo, y espero que la absurda distancia entre este absurdo país y la absurda Alemania no nos hagan olvidar, y si no siempre te encontraré en Wonderland...
martes, marzo 25, 2008
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